Las cadenas de la soledad
En un lugar no muy lejos de mi
casa se contaba
una historia que empieza con
una familia que vivía en una cabaña
junto a un bosque alado de mi vecindario
desean que la familia se había
vuelto loca por el dinero
no compartían nada e incuso
les era difícil comer algunas veces
porque odiaban gastar su
dinero consumidos por la codicia
en el pueblo al que la familia
entera trabajaba de obreros los jóvenes gemelos Johan y Gregorio
de costureras la madre Rita y
sus hijas Carmen y Elisa y de vendedor el padre Antonio
ellos parecían personas
normales a simple vista ya que trabajaban duro,
a pesar de su apariencia tranquila
y más que nada humilde ellos no hablaban con nadie
incluso entre ellos mismos
eran pocas cosas las que desean,
un día el padre propuso ir de viaje
por lo triste que era su vida,
nunca habían salido de su
propia casa masque para ir a trabajar y traer alimentos de vez en cuando
no fue difícil para el padre convencerlos
de ir, les prometió a todos que si se divertían
compartiría una parte de lo
que el había ahorrado,
esto resulto algo extraño y ha
la vez sospechoso al haberlos convencido el padre desidia que el que durara más
tiempo fuera de su habitación y su dinero
se quedaría con la parte que prometió
el padre, los gemelos Joan y Gregorio no eran tan codiciosos
ellos compartían todo lo que tenían
con ellos mismos, la madre y la hija era iguales
emocionados por tener más
dinero que el padre había juntado durante más de 25 años
sabían que lo que él les daría
seria al menos la mitad de lo que cada uno de ellos tenia ahorrado
y de esta forma seria el doble
de lo que ahora tienen
el padre al haber propuesto
esto menciono que el pagaría todo lo que pidieran pero no les daría dinero
ellos aceptaron, al día
siguiente del anuncio el padre llego temprano a su casa con un auto nuevo,
-hola familia que les parece-
dijo el padre con un tono muy entusiasmado,
la familia estaba confundida
por lo que había hecho, el padre los sentó a todos en la mesa de la cocina
y les dice,- ya que esta es la
primera vez que aremos esto, se me ocurrió que sería mejor ir lejos de esta
casa,
(con tono serio), iremos a un
viaje de 4 días hasta donde quieran, que les parece si empezamos por la playa,
y después visitamos lugares
donde haya mucha gente- esto parecía extraño ya que no era normal que ninguno
se llevara bien con las personas
- hoye papá, ¿por que estas
tan ansioso por irte de casa?,
¿que tiene de malo?-dijo Joan,
-¿quieres que dejemos la casa tanto tiempo?
dijo Gregorio- pero claro,
¿que no te sientes solo y aislado?,
no van a la escuela y he
pedido en su trabajo ya 4dias de vacaciones- contesto el padre
¿y de nosotras también?-
pregunto la madre,
el padre sonrió y dijo-claro
que sí, es un viaje familiar después de todo-
confundidos por las expresiones
de felicidad y la vos de entusiasmo que nunca habían visto en su cara
accedieron a viajar, y dejar
su fortuna en la casa, bajo llave y en cajas fuertes que les regalo el padre
antes de irse,
y así transcurrieron 4 días y
regresaron muy contentos, sanos y salvos al cuidado de sus padres,
-papá eso ha sido lo mejor que
me paso en la vida y me gustaría repetirlo más seguido- dijo Gregorio,
-si incluso olvide que teníamos
casa propia- dijo Joan
-fue buena idea salir de viaje
y conocer lugares y gente- dijo la madre
-que bueno que les gusto ir a
ver el mundo que nos hemos perdido al avernos quedados en esta casa abandonada
y solitaria-dijo el padre
-incuso puedo apostar lo que
queda de mi fortuna a que olvidaron que les prometí antes de irnos-,
-yo no lo he olvidado- dijo Elisa,-
yo tampoco- dijo Carmen, es lo que más he estado esperando de estos 2 meses,
el padre vio a sus hijas con
una sonrisa y una expresión de felicidad muy notable,
-¿y bien, díganme hijas, que
fue lo que les prometí, se los daré si aciertan-dijo el padre feliz mente,
-la mitad de tu dinero-
contestaron ambas, el padre empezó a reír y con el Joan y Gregorio,
-lo siento queridas hijas pero
no, lo que les prometí fue una parte de mi fortuna a cada uno-
-no hay diferencia-
contestaron muy enojadas las pequeñas Elisa y Carmen,
-se equivocan, me he dado
cuenta que el dinero que poseo no sirve de nada y por eso desidia gastarlo en
ustedes,
en estos 4 días que estuvimos
fuera, y me gustaría que mi familia asiera lo mismo por mi- dijo el padre
Gregorio miró a Joan y asedio
la cabeza, Joan saco una llave y se la dio a su padre, la madre izo lo mismo,
-Carmen a ti te gusto mucho el
mundo que hemos ido a ver, y ti Elisa disfrutabas mucho el aire libre- dijo la
madre
Carmen metió la mano en una de
sus bolsas y saco una caja pequeña, Elisa izo lo mismo y saco una llave,
-perdónenme- dijo Elisa, pero
yo quiero el dinero que le dan a papá, Carmen cerró los ojos y se dio vuelta, abriendo
la caja
empezaron a salir cadenas
pequeñas que salían del pecho de Elisa, Carmen gritaba- lo siento, lo siento-
el cuerpo de Elisa empezaba a desaparecer
y las cadenas se asían más y más grandes
(llorando y con vos
temblorosa)-papá, la casa me dijo que te asustaste de ella, que le tienes
miedo, tus hermanos quieren que te unas a ellos,
mi abuelita quiere que te
quedes, y mi abuelito quiere el dinero que le robaste- dijo Elisa
antes de desaparecer entre las
cadenas que ataban a su familia,
Carmen se dio la vuelta y miro
a su familia aterrorizada por lo que pasaba,
-yo quiero quedarme con mi
abuelita, porque me alejaste de ella tanto tiempo, el abuelo no te dio la llave
de tu cadena,
aun te falta mucho por pagarle
pero con lo que te dieron mis hermanos y mamá bastara, perdón por haberlos
encadenado,
pero se quedaran en casa hasta
que la aprecien y no quieran volver a salir, como cuando papá era joven-
arrastrados por el suelo la
familia entro a la casa, Carmen subió por las escaleras mientras veía que su
familia era arrastrada por la casa
llego al cuarto de su padre
tomo las llaves de cada una de las cajas fuertes de sus hermanos y su madre,
salió de la habitación, yendo
al patio trasero donde tomo una cadena y la ato a su pierna en un grillete que
colgaba de su pierna
-por eso debiste quedarte en
casa para siempre, al abuelo no le gusta que sus esclavos se escapen sin su
permiso,
descuida papá yo traeré de vuelta
la soledad a la casa, y pagare tu cuota para que te deje en libertad,
y puedas descansar en paz,
solo serán 80 años, mientras tanto estarás atado con la cadena de la soledad,
al igual que yo, ¿cierto
abuelo?,- dijo Carmen dirigiendo la mirada a la cabeza de su padre junto a una
forma humanoide oscura y con un largo que goteaba un liquido rojo,
-la felicidad no existe en un esclavo,
ya te lo había dicho muchas veces, gastar mi dinero de esa forma te condujo a
esto-
se oyó a lo lejos mientras la
casa se sumergía en la tierra,
y desde mi cuarto puedo oír
las cadenas que se mueven atreves del bosque, me gustaría que dejaran de rondar
tan cerca esos sonidos
hay veces que los escucho de
muy cerca, dice mi abuela que ella cree que aún le falta mucho que pagar
y que quiso debería ayudarla
para que pueda salir a visitar los lugares que vio con su familia.